Cuando confundes tus sensaciones…

¿Te ha pasado alguna vez estar irritable y lo que realmente pasaba es que sentías hambre?
Cuando eras pequeño, de noche, portándote mal, no querías irte a dormir ¿tu madre dijo: “lo que pasa es que tiene sueño”?
¿Has sido amable con alguien y creía que estabas flirteando?
¿Te sentías triste y tu amigo creyó que estabas enfadado?
Y si hablamos de timidez, ¿te ha pasado que pensaran que eras serio, distante o seco?
Puede que ninguna de estas cosas las hayas experimentado, pero seguro que alguna otra equiparable sí.
Se dan cuando confundes una sensación con otra y reaccionas como si la incorrecta fuese la auténtica. Interpretas equivocadamente las reacciones corporales de hambre, sueño o cansancio. Y qué decir cuándo a unos sentimientos les sustituyes por otros.
Las competencias emocionales no es algo a lo que le hayamos prestado mucha atención. En el colegio tampoco se dio una asignatura sobre sentimientos y tampoco nos incentivaron mucho a practicar sobre ello. Total, que es posible que nos falte un poco de habilidad a la hora de entendernos.
Y lo vamos a hacer para encontrarnos mejor con nosotros mismos y con los demás.
En la inteligencia verbal existen dos aptitudes: comprensión y fluidez para expresar.
– Vamos primero con la comprensión. Tenemos que saber bien lo que nos está pasando. Respira de forma consciente, lentamente y observa tus reacciones corporales. ¿Qué estás sintiendo? No vale con decir me siento bien o mal sín más. Descríbelo y ponle su nombre preciso: ira, enfado, frustración, tristeza, incomprensión, miedo, alegría, ternura, felicidad, rabia….
Para cuando quieras seguir profundizando, las siguientes preguntas pueden ayudarte: ¿En qué situaciones tiendes a sentirte así? ¿Desde cuándo? ¿Qué es lo que suele pasar después, los efectos y consecuencias? ¿Puede ser que sea otra cosa? Y de ser así, ¿cuál? ¿A qué se parece? ¿Qué te gustaría que pasara? ¿Sabes diferenciar lo que ocurre, los acontecimientos externos e internos con la interpretación que das de ellos?
– En el ejercicio de fluidez comunicativa, vas a intentar trasmitir con detalles, creativamente, lo que sientas, tanto de una forma verbal como no verbal.
Fíjate que todo ello puede ser útil para comprenderte tú y saber expresarte, como para comprender a los demás y saber dar a entender que has comprendido.
Espero que a partir de ahora, cuando estés cansado, descanses y no te enfades en su lugar. Que cuando tengas sueño duermas sin necesidad de irritarte y que cuando tengas hambre, comas en lugar de deprimirte.
Pero también espero, que cuando estés motivado no lo interpretes con ansiedad y comas para aliviarla y que cuando simplemente estés tranquilo no lo confundas con apatía.
Saber que estás enamorado cuando lo estás y apesandumbrado cuando lo estás te va a ayudar mucho a encontrar la respuesta mejor.
Por: Manuel González Batres – 24 de noviembre de 2021