El proceso de recuperación de una infidelidad

Una de las causas principales por las que acuden las parejas a consulta es la infidelidad. Aunque esta sea el motivo principal, está claro que no solo hay que trabajar el hecho puntual, sino también analizar cómo estaba la situación de la pareja antes del acto infiel.
Cuando pasa esta situación la pareja, sufre bastante ansiedad y los dos papeles son igual de complicados de manejar, tanto para recuperar la confianza como para confiar en la pareja. Existen tres fases para explicar este proceso:
1. Fase de trauma: Estado de shock de la “victima”, experimenta un golpe muy fuerte en forma de trauma emocional al descubrir que su pareja le engaña o le ha engañado.
En esta parte es como una montaña rusa de emociones, pasa por varios tipos de sentimientos como la perdida, la angustia, el enojo, la frustración… Suele estar acompañado de mucha confusión, indecisión y conflictos constantes.
2. Fase de entendimiento: Es el tiempo en el que la pareja empieza a examinar las formas en las que puede asimilar las consecuencias negativas que están viviendo de la infidelidad y, por otro lado, lo que ocasionó la infidelidad.
En esta fase incluye la exploración de los puntos de vista que ayuden a reducir la tensión cotidiana. La persona no entiende qué ha pasado, tiene dificultad de manejar el dolor por el golpe recibido, necesita buscar información para calmar y controlar la ansiedad, y poder así entender por qué fue. En cambio, la persona que cometió la infidelidad necesita manejar la culpa que le puede llegar a atormentar en la medida en que no se ve fin al problema (sin embargo, tiene que tener una paciencia que forma parte de la deuda de la persona que engañó).
3. Asimilación del pasado: En esta fase es el momento de iniciar el trabajo de la superación de la infidelidad. A medida que se va entendiendo lo sucedido, las emociones empiezan a manejarse mejor. Comienzan a enfrentarse de manera conjunta a los problemas, encaminándose hacia una dirección correcta, es decir, hacia la solución.
Es evidente que en este proceso habrá altos y bajos tanto en el manejo de la culpa y en el resentimiento, no es nada fácil en este tipo de situaciones. Las parejas que sobreviven a esta etapa, tienden a superar completamente la infidelidad encontrando no solo la manera de salir adelante después de un golpe tan duro, sino también fortaleciendo la dinámica que solía tener la pareja antes del problema.
Una infidelidad no tiene porque poner fin a una relación, se puede abordar ese hecho puntual y todo los problemas que giran en torno a él. Por lo tanto, si no somos capaces de superarlo por nosotros mismos, hay especialistas que pueden ayudaros. ¡Pedir ayuda es un acto de valentía!
Por: Beatriz López Ávila – 15 de junio de 2020