Análisis de sueños III:
Sé consciente de tus sueños

¿Cómo “vivirías” un sueño en el que fueses consciente que estás dentro de él? ¿Lo disfrutarías de otra manera, temerías a las mismas cosas, asimilarías las paradojas, te acomodarías para los viajes espacio/temporales?
El análisis de sueños es un ejercicio que viene desde la antigüedad y llega a nuestros días con el impulso reciente de Freud y de Jung, principalmente. El mindfulness tiene sus orígenes en las prácticas de meditación budista y llega a su concreción actual por Jon Kabat-Zinn.
El análisis de sueños lleva intrínseca la idea de la aceptación. Al final lo importante es la experiencia del sueño, la incorporación de su enseñanza de una forma vívida. Por eso no es tan importante saber por qué ni estudiarlo de manera totalmente “intelectual”. Lo fundamental es sentir su “para qué”, ese “darnos cuenta” que sentimos auténticamente, en plenitud.
Podemos considerar, desde esta perspectiva que los sueños son otra herramienta para lograr un estado de consciencia más presente, más integrador, más de aceptación. Si somos conscientes de aquellas cosas que no hemos querido ver ni saber de nosotros mismos y los contemplamos sin reprocharnos nada, sin juzgarnos, ya estamos conectando con lo que el mindfulness nos propone.
¿Qué es el mindfulness? De entrada podemos decir que es una palabra inglesa de difícil traducción (¿mente plenitud?), quizá por eso, al no pretender matizar su sentido se ha mantenido. Hay que acercarse al concepto como cualidad de la mente consciente, plena, atenta, en el presente, integrando mente y cuerpo. Pienso que el objetivo que busca no dista mucho del encuentro con el “sí mismo”, con la totalidad, de Jung, aceptando e integrando las distintas partes, algunas más “sombrías” que otras.
El primer acercamiento al sueño es contemplarlo, “meditarlo”, sin juzgar, sin pensar, sólo sentir. Como hemos visto en anteriores ocasiones, tenemos que tratarlo como una obra de arte. Desde ahí, se hace objeto de atención, de experiencia, de vida.
En el método que hemos seguido para su interpretación, nos dejamos llevar libremente de los significados y de los significantes, sin poner barreras y nos vemos en plena desnudez interior.
Al comprender la cantidad de fuerzas que se sitúan tan dentro nos olvidamos de la posibilidad del control total de nosotros mismos y de la vida. Nos podremos lanzar más a la experiencia plena. Queremos controlar tantas cosas que al final no solo no controlamos nada, sino que puede terminar ocurriendo lo que se teme. Cuando, simplemente, hacemos lo que es de acuerdo a la naturaleza personal, sin poner barreras al “destino”, la vida fluye. Se integra deber con placer, obligación con deseo, frustración con éxito.
El sueño puede romper las barreras del espacio y del tiempo, presentarnos un yo pasado o futuro, personas que estuvieron o estarán y circunstancias anacrónicas, pero lo hace siempre desde la situación del momento presente. Nos habla de lo que tenemos que integrar para construir la totalidad, para reconocernos mejor o más plenamente. La consciencia tomará más atención al momento presente cuando los recuerdos, sentimientos, imágenes, que nos acechan estén contemplados desde la totalidad, asimilados en el “sí mismo”, abandonando la crítica hacia nosotros y hacia los demás (que muchas veces es proyección de nuestra propia crítica).
Con todo lo anterior, nos estamos desarrollando las metas perseguidas por el mindfulness, incluyendo la de atender al momento presente. El presente, regalo y tiempo. La contemplación de lo que ocurre aquí y ahora, con los cinco sentidos, sin enjuiciar, sin temer, sin agobiar, sin obsesión, afrontando, nos lleva a un estado meditativo continuo.
De todas formas, sí son muy útiles los ejercicios para lograr los estados de consciencia más plena. Si la relajación tiene sus beneficios al llevar nuestro cuerpo a un estado de tranquilidad, el mindfulness nos traslada a contemplar también nuestro propio ser sin condicionantes, para lo que se nos propone técnicas de meditación.
Por: Manuel González Batres – 16 de diciembre de 2019