Según la puntuación sacada veríamos el nivel de concordancia real entre lo obtenido y la autoestima que creíamos tener, entre lo que pienso yo, lo que piensan los demás y lo que realmente sucede. Esto nos va a ayudar a ser más objetivos y reconsiderar la autoestima en términos de lo que puede estar sucediendo por debajo, de lo que en el trasfondo podemos considerar de nosotros mismos. Un objetivo, descubrir los conceptos subyacentes, la voz interna que nos hace decirnos lo que nos decimos en forma de crítica, o en forma presuntuosa, incluso podemos poner un nombre a esta voz crítica. 

 

Puesto que la autoestima tiene que ver con la manera en que nos evaluamos en la consecución de las diferentes potencialidades de nuestra vida, hagamos una lista de cuáles son éstas. Qué cosas en nosotros se dan de un modo innato o aprendido. Veamos en qué medida se han cumplido y en qué medida hay que tener el arrojo de ponerse a la acción. Podemos hacer una enumeración de menos a mayor dificultad en el afrontamiento. Se hace un plan de actividad, comenzando por la relajación y por último se materializa en conducta lo que se había programado. 

 

*Test no estandarizado sin validez clínica.