Como hacer de tu hijo un delincuente
No le pongas límites ni le digas “no”. Mejor déjalo hacer lo que quiera, aunque se tire del sofá, insulte o grite en público. Así no aprenderá autocontrol de sus impulsos, emociones y la gestión de la frustración.
Cuando haga algo mal, échale la culpa al maestro, al vecino o al primo. Así nunca aprenderá a asumir sus errores y ser responsable de sus actos.
Llévale la mochila, hazle la tarea, la cama, resuélvele todo. Que nunca se esfuerce, que para eso estás tú, así nunca será autónomo e independiente y te exigirá toda responsabilidad a ti, de su mal comportamiento.
Mamá y Papá discutir delante de él, así se acostumbrará a resolver conflictos con violencia, sin dialogo ni respeto, generando un patrón de normalidad dentro de la familia.
Reprime sus emociones, no le des importancia a las cosas que te cuenta. Harás de él un niño, adolescente y adulto angustiado, cohibido y bloqueado emocionalmente, que cuando necesite expresar, se quede bloqueado o utilice otras alternativas para encontrar un espejismo de calma.
Si tiene un berrinche, cede de inmediato. Así aprenderá que el llanto y el escándalo son la mejor forma de conseguir lo que quiere, resolver conflictos y gestionar sus emociones.
Déjalo pasar horas frente a pantallas sin supervisión. Podrás abrirle la puerta de un mundo de adultos, consumo y violencia entre otros, sin ningún tipo de filtro y regulación.
Si alguien le llama la atención, defiéndelo a toda costa. ¡Tu hijo nunca se equivoca! Es el mundo el que está mal y le ayudarás a encontrar justificaciones y evitar asumir responsabilidades.
Convéncelo de que el estudio, el trabajo y el esfuerzo no sirve para nada. Mejor que sueñe con hacerse famoso o conseguir dinero sin moverse del sillón, así aprenderá que con pedir bastará.
Evita decirle “por favor” o “gracias”. No practiques la educación y el respeto, la comunicación y las habilidades sociales.
Mamá y Papá utilizar el móvil con frecuencia, no les prestéis atención a sus juegos, a su reclamo de atención y comunicación, para que cuando él haga uso de ello, tampoco os escuche vuestros consejos, ni os preste atención.
No paséis tiempo en familia y reforzando la unión. Así aprenderá a que cuando tiene un problema no tiene un lugar seguro donde expresarse y pedir ayuda.
Hazle creer que las reglas son solo para los demás. Así aprenderá pronto a saltárselas, mentir o manipular cuando le convenga y no aprender sobre las consecuencias negativas que pueden suponer para uno mismo.
Y, por último, nunca, nunca le digas “te quiero” con firmeza y responsabilidad. Que piense que el amor consiste solo en darle cosas y no valorar un sentimiento sano de afecto.
«Cuando se haya perdido todo control de la situación y sea caótico, decir que nunca pudisteis hacer nada por él».
(SÁTIRA)
Por: Laura Corrochano Cabo- 24 de octubre de 2025
