Cuando miramos hacia el interior…

Al otro lado del río Tajo, en Talavera de la Reina, se encuentra un lugar de ensueño, el parque del Vivero. No hace muchos días que nos reunimos un grupo de personas para hablar de los sueños. Con la mirada puesta en el espectáculo que nos ofrece la naturaleza del lugar, llevamos nuestra intención hacia el interior.
Ya hace más tiempo que en ese mismo lugar nos deleitamos con el mindfulness. Saboreando los cinco sentidos, comprendimos que el acto de estar presente da una vivencia más profunda y calmada.
Cuando hablamos de sueños nuestra búsqueda de sentido nos hace estar muy atentos a lo que ocurre en ellos. El primer paso es dar importancia al mundo onírico.
El segundo es ir paso a paso desgranando cada elemento que aparece, qué significa cada uno de ellos, qué cosas se nos ocurren, qué simbología puede implicar.
Puede resultar un proceso laborioso, pero cuando lo hacemos, una nueva perspectiva se abre ante nosotros. El tercer paso sería unir cada una de las asociaciones que hemos hecho y darle un significado.
Empezamos entonces a darnos cuenta de la verdad implícita en nuestras acciones. Y quizá también empecemos a dar más coherencia a toda nuestra realidad externa.
Si conseguimos vivir con sentido, no simplemente acumulando sensaciones sin más, estaremos en mayor coherencia con nuestra esencia humana. Nuestra existencia tiene un significado y una verdad particular que cada cual tiene que encontrar.
La mirada puesta en el interior hace que la mirada al exterior sea más profunda y estemos en armonía con nuestro entorno. Es el camino del fluir.
Mi agradecimiento a todas las personas que nos vamos conociendo en este ámbito y lugar abierto para la psicología.
Por: Manuel González Batres – 25 de mayo de 2022