Cuando te encuentras mal físicamente acudes a un médico sin dudarlo, ¿por qué no ocurre igual cuando se trata de malestar mental?

 

Estas son 5 de las razones por las cuáles postergamos el visitar a un especialista:

 

1- Tenemos la suerte de que en la actualidad ya se tiene la idea de que no hace falta encontrarse en una situación insostenible emocionalmente para pedir ayuda. NO es necesario esperar a que el vaso rebose para pedir ayuda y NO hace falta llegar a una situación extrema para visitar a un profesional. En la mayoría de los casos, un abordaje temprano consigue mejores resultados y en un tiempo más breve. 

 

2- Cada vez más personas van eliminado el «Acudir al psicólogo es cosa de locos» y es algo fantástico. Un psicólogo está formado para atender problemas de todo tipo: ansiedad, depresión, trastornos de alimentación, problemas de pareja, baja autoestima, falta de empatía, déficit en habilidades sociales, trastornos de personalidad, dificultades en el aprendizaje, adicciones, bajo autoconcepto o cualquier tipo de malestar psíquico que podamos sufrir a lo largo de nuestra vida.

 

3- El tema económico es un factor a tener en cuenta pero se trata de tu salud mental, de tu estado anímico, de tu bienestar… Cuando queremos una ortodoncia vamos al dentista, cuando nos duelen las piernas o quizá los brazos pedimos consultas con un fisioterapeuta, ¿Por qué no hacerlo si nos encontramos mal psicológicamente?

 

4- A veces, cuando estamos tristes o algo nos inquieta y se lo hacemos saber a las personas de nuestro alrededor, nos dicen: «hay que ser fuerte», «tú puedes con todo», «no es para tanto» o «hay cosas peores». Cada persona es diferente y por eso vive los acontecimientos de una manera distinta y es algo maravilloso. Los otros no están en tu piel, no saben cómo estás sintiendo lo que te está ocurriendo. Está bien parar y dejar de intentar ser fuertes toda una vida.

 

5- Un psicólogo no es un amigo que te da consejos o te escucha. Un psicólogo es un profesional sanitario que tiene formación y sigue actualizándose y cultivándose cada día. Un psicólogo propone un abordaje terapéutico con sesiones pautadas y sabiendo que hay un inicio y un final en el cuál habrás adquirido las herramientas necesarias para continuar sin su ayuda. En consulta hay ausencia de prejuicios, confidencialidad y objetividad.