La exposición a los móviles desde niños

Postcads, publicaciones, tarjetas de crédito, calendarios y recordatorios, correo del trabajo, app de banco, sanitarias… no todo lo que hay detrás son tik tok o publicaciones de Facebook o Instagram. Pero,¿Es necesario? ¿Estamos siendo un buen ejemplo para nuestros hijos? ¿Tenemos realmente una adicción?
Los móviles nos facilitan la vida. No idealicemos tampoco épocas antiguas con mapas en papel pero, sin ninguna duda, se nos está yendo de las manos. En el término medio está la virtud.
Los coches no son malos, pero,¿a qué no se nos ocurre darle a nuestro hijo de 4 años las llaves para que vaya al colegio? Con la tecnología pasa exactamente igual.
La academia americana de pediatría se opone a cualquier tipo de exposición a pantallas por debajo de los 2 años.
La exposición a los móviles genera un gran impacto de dopamina, responsable de placer inmediato, pero esto a la vez inhibe la secreción de serotonina, que es la encargada de la felicidad. Por lo tanto, tenemos un problema.
La gratificación instantánea es peligrosa porque la mayor parte de las cosas de la vida necesitan tiempo: en el ámbito de la amistad, del trabajo, de los estudios… y si los niños desde que son pequeños se acostumbran al móvil con esa gratificación inmediata cada vez van a ser más impacientes, menos resilientes, más frustrados. ¿Quiénes son los responsables de esto? Nosotros, los padres. Si estamos en un restaurante y el niño se aburre y llora, le damos el móvil para que no moleste. Este gesto tan simple y repetido es a la vez gravemente perjudicial para nuestros pequeños. El cerebro asocia que si hay un momento de mínima frustración, la vía de escape es el móvil, es la gratificación al momento. Esos chutes de dopamina que estamos dando a nuestro hijo de 3 o 4 años le producen alivio momentáneo pero con el paso del tiempo producen vacío, problemas de tolerancia de la frustración, en la toma de decisiones, impaciencia…
Cuando el niño sea adolescente su cerebro buscará a lo que le hemos acostumbrado cuando haya momentos de conflictos. Por eso es tan importante que la vía de escape en lugar de ser algo externo que inhibe la serotonina, pueda resultar de crecimiento para ellos como es que sean capaces de emplear sus habilidades para tolerar la frustración.
La corteza prefrontal es una zona fundamental para la atención, la concentración, el control de impulso y la resolución de problemas. Nos ayuda a prestar atención a lo que queremos, a controlarnos… cuando nacemos es profundamente inmadura y se va desarrollando con el paso de los años. La corteza prefontral de un bebe se estimula con luz, sonido y movimiento. Si a ese niño le pones una pantalla, ¿qué activas? Luz, sonido y movimiento por lo tanto estás estimulando esa corteza pero con algo externo y el cerebro funciona “o lo usas o lo pierdes”.
Esa pantalla lo que hace es que la corteza prefontal cada vez funcione peor, le enseño a no saber gestionar el aburrimiento que es la cuna del asombro y la creatividad ni el estrés que va a determinar la calidad de vida. “Una persona con voluntad llega más lejos que una inteligente” (Rojas, 2022) y la voluntad que es la capacidad de postponer las gratificaciones, está en la corteza prefrontal.
El mejor ejemplo para un hijo es el de sus padres y tenemos que ser modelos de identidad para ellos.
Por: Laura González Delgado – 19 de septiembre de 2022