Vuelta a la rutina

Vuelta a la rutina

Llega el final del verano. Esto indica una vuelta a los colegios e institutos para los alumnos y al lugar de trabajo para los padres.

Las vacaciones tienen en nosotros varios efectos positivos, como aportarnos descanso, produciendo un mejor desempeño del trabajo a la vuelta, previniendo el estrés, la depresión y el burnout. Con el período vacacional, tenemos la posibilidad de eliminar las actividades estresantes de nuestra rutina, reduciendo las actividades físicas, intelectuales y las demandas sociales. En este punto es mucho mas sencillo que haya una recuperación física y psicológica. Varios estudios confirman que los efectos positivos de las vacaciones sobre nosotros, llegan a su punto máximo al comienzo de la segunda semana de las mismas. Un factor determinante son las actividades que realizamos durante esos días.
 
El descanso producido por la desconexión del trabajo es muy necesario. La ausencia de este descanso nos afecta muy negativamente. Puede producirnos enfermedades y hasta la muerte. En Japón llegaron a darle nombre a la muerte por exceso de trabajo, “karoshi”, siendo un mal reconocido por su gobierno. En muchas ocasiones, los avances tecnológicos que nos rodean y nos permiten estar disponibles y localizados en todo momento, hacen que esta desconexión con nuestro trabajo y nuestra rutina, sean más difíciles.
 
Cuando tras las vacaciones retomamos la rutina laboral, nos encontramos con diversos síntomas y emociones que afectan a nuestra salud. En la década de los 50, comenzaban a describir estos síntomas como una enfermedad, llamada “holiday síndrome”. En estados unidos ocurría desde poco antes del día de acción de gracias, hasta unos días después del año nuevo, relacionándolo con la vuelta al trabajo tras mucho tiempo de vacaciones. Estos síntomas pueden interferir en nuestra capacidad de trabajo durante las dos primeras semanas en las que volvemos a nuestra rutina laboral. Estos problemas en el trabajo pueden afectar a nuestra vida personal. Podemos sentir ansiedad, nostalgia, cambios de humor y problemas para conciliar el sueño.
 
Para evitar en la medida de lo posible estas sensaciones, podemos hacer una vuelta suave y pausada de nuestras vacaciones al trabajo, con una etapa de descanso. Es recomendable anticipar la vuelta a casa uno o dos días antes de comenzar a trabajar, no dejar de lado las actividades sociales y de ocio, comenzar la actividad laboral de forma suave durante los primeros días, realizar actividades físicas, utilizar técnicas de relajación y adaptar nuestras horas de sueño al horario laboral.
 
También debemos recordar que volveremos a disfrutar de las vacaciones en unos meses y que antes, podemos sacar ratos en los que descansar de nuestra rutina y dedicarnos tiempo.
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